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Cuando estás esperando un bebé, es normal que el camino esté lleno de emociones, desafíos y muchas incógnitas. Pero para las personas neurodivergentes, aquellas con condiciones como TDAH, autismo o sensibilidades sensoriales, el embarazo, el parto y el posparto pueden traer experiencias únicas que a menudo no se mencionan.
Como doula, apoyo y acepto a todas las personas neurodivergentes. Este tema me toca muy de cerca porque mi familia es neurodiversa y, además, yo misma vivo con TDAH. Uso cada día las herramientas que enseño a mis clientes, y me enorgullece decir que mi mente neurobrillante me hace ser mejor en mi trabajo. Me permite cuidar más profundamente, aprender rápido, enfocarme mejor y tener mayor empatía por cada uno de mis clientes.
La buena noticia es que no tienes que atravesar esto sola, y con algunas estrategias adaptadas, puedes hacer que el viaje sea más fluido y empoderador.
Embarazo: Navegando el torbellino con neurodiversidad
El embarazo puede ser una montaña rusa de emociones, cambios físicos y experiencias sensoriales. Para las madres neurodivergentes, estas experiencias pueden sentirse aún más intensas. Piensa en esto: todos los olores, ruidos y sensaciones físicas que atraviesa tu cuerpo pueden llegar a ser abrumadores. Esas sensibilidades sensoriales que ya forman parte de tu vida diaria ahora están amplificadas.
Sobrecarga sensorial: Los olores pueden parecer más fuertes, la ropa demasiado ajustada, y los ruidos demasiado intensos; el embarazo puede magnificar estas sensibilidades. No es raro sentirse sobreestimulada durante las citas médicas o las actividades cotidianas.
Sube y baja emocional: Las personas neurodivergentes suelen experimentar la regulación emocional de manera diferente, y los cambios hormonales del embarazo pueden hacer que sea más difícil de manejar. Por eso es esencial construir un sistema de apoyo que entienda tus necesidades. Los horarios visuales, los recordatorios para las citas y un plan para manejar la sobrecarga sensorial pueden ayudarte a que la experiencia sea más manejable.
Parto: Creando un plan que funcione para ti
Seamos realistas: el parto es un gran momento para todas, pero cuando sumas la neurodiversidad, la intensidad puede sentirse aún mayor. La buena noticia es que con la preparación adecuada, puedes crear un entorno de parto que respete tus necesidades neurodivergentes.
Ambiente de parto amigable para los sentidos: El trabajo de parto y el nacimiento traen luces brillantes, ruido y mucha actividad, todos posibles desencadenantes de sobrecarga sensorial. Aquí es donde tener un plan de parto personalizado es clave. Luces tenues, música suave, menos personas en la habitación y una comunicación clara con tu equipo de parto pueden crear un espacio tranquilo para que puedas parir.
La comunicación es clave: Si procesas la información más lentamente o te sientes abrumada en situaciones de alta presión, es importante tener a una persona de confianza a tu lado—ya sea una doula, pareja o amiga cercana. Deja que te ayuden a comunicar tus necesidades al equipo médico. No tengas miedo de pedir ayudas visuales o escritas durante el parto para comprender claramente tus opciones.
Puerperio: Navegando los primeros días con neurodivergencia
Después de la llegada de tu bebé, el periodo de posparto puede estar lleno de nuevos desafíos. Para las madres neurodivergentes, la sobreestimulación es una lucha común, ya que los primeros días con un recién nacido suelen traer ruidos impredecibles, llantos y necesidades constantes.
Sobrecarga sensorial: Los bebés son maravillosos, pero también impredecibles. Sus llantos y atención constante pueden dejarte sobreestimulada. Intenta crear un espacio tranquilo donde puedas retirarte cuando las cosas se vuelvan abrumadoras. Puede ser tan simple como atenuar las luces, usar ruido blanco o salir a dar un paseo rápido.
Rutina vs. Flexibilidad: Algunas madres neurodivergentes prosperan con la rutina, mientras que otras se sienten limitadas por ella. La clave es encontrar lo que mejor funcione para ti. Si necesitas estructura, establece una rutina diaria simple para la alimentación, el sueño y el autocuidado. Si prefieres flexibilidad, date permiso para fluir con el día y adaptarte según sea necesario. Ambos enfoques son válidos, y lo más importante es que te sientas apoyada.
Salud mental posparto: También vale la pena mencionar que la depresión y la ansiedad posparto pueden presentarse de manera diferente en las personas neurodivergentes. Ser consciente de tu salud mental y buscar ayuda temprano es crucial. Si te sientes desconectada, ansiosa o abrumada, recurre a tu sistema de apoyo o a un proveedor de atención médica que entienda tus necesidades neurodivergentes.
Encontrar el apoyo adecuado
Una de las cosas más empoderadoras que puedes hacer como madre neurodivergente es construir un equipo de apoyo sólido. Ya sea una doula, terapeuta o un proveedor de atención médica comprensivo, tener a alguien en tu esquina que te entienda puede marcar toda la diferencia.
Abogar por ti misma: No tengas miedo de pedir adaptaciones durante las citas médicas o en el hospital. Ya sea pedir una sala de espera más tranquila, una explicación más clara de los procedimientos o más tiempo para tomar decisiones, tus necesidades son válidas y está bien abogar por ellas.
Abrazando tu viaje único
Tu experiencia en el embarazo, parto y posparto será única, moldeada por tu neurodivergencia. ¡Y está bien! Al comprender tus necesidades y prepararte en consecuencia, puedes abordar este viaje con confianza y empoderamiento.
Si estás navegando estas experiencias como madre neurodivergente, recuerda:
No estás sola, y tu camino es tan válido y hermoso como el de cualquier otra persona. 💖
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